COVID-19

"La verdadera medida de cualquier sociedad puede encontrarse en cómo trata a sus miembros más vulnerables". Estas palabras de Mahatma Gandhi pueden guiarnos SI nos detenemos y reexaminamos los valores y normas que se han convertido en el estilo de vida americano. La norma que son los beneficios, no la salud, la que rige nuestro sistema de salud. La norma que acepta las disparidades de salud para los latinos, afroamericanos, ancianos y otros grupos vulnerables. 

¡La salud y la seguridad económica de todos los oregonianos es un objetivo alcanzable! Pero los oregonianos debemos enfrentarnos a algunas verdades dolorosas pero importantes: que nos hemos vuelto complacientes en nuestros valores, en quién merece estar sano y quién prosperará. Sí, incluso aquí en Oregón.

Aquí en Oregón y en todo el país, mirando las "tasas" de mortalidad de COVID-19 a las personas que están muriendo, vemos las desigualdades. Si miramos más allá de la escasez de alimentos en nuestra tienda de comestibles, vemos que el trabajo en los campos y las plantas de procesamiento se considera "esencial", sin embargo, los propios trabajadores no se consideran esenciales o incluso dignos. Sin embargo, estos son los trabajadores que permiten a los oregonianos "refugiarse en el lugar".

Para mantener la economía de Oregón en movimiento, estos trabajadores esenciales tienen una mayor exposición al riesgo. Según el condado de Washington, casi el 60% de los miembros de la comunidad Latinx que dieron positivo en la prueba de COVID-19 trabajan en el cuidado de la salud, en trabajos al aire libre, en fábricas o almacenes, en servicios de comida o en tiendas de comestibles. En el condado de Marion, cerca del 35% de los casos de COVID-19 son hispanos, cuando sólo el 27% de los residentes son de origen hispano. En todo el estado, los latinos constituyen entre el 13 y el 16% de la población, pero el 27% de los que dieron positivo. Esos números son indudablemente bajos debido a la falta de acceso a la atención médica.

La pobreza y la salud están vinculadas. Desafortunadamente, esto no es una sorpresa para los líderes comunitarios y los expertos en salud. Las disparidades han estado ahí durante mucho tiempo. La pregunta es: ¿por qué se ha hecho tan poco aquí en Oregón para abordar sistémicamente los importantes problemas de salud y económicos que subyacen en las estadísticas de COVID? ¿Es racismo, elitismo u otros ismos? ¿Es que algunas voces no son legítimas y no cuentan en la cultura de la política de Oregón. ¿Es que los trabajos se definen como "esenciales" pero las personas que los realizan no lo son?  

Sabemos las respuestas. Las comunidades de color y los expertos en salud pública de color tienen soluciones para la equidad en la salud y modelos para eliminar las disparidades en la salud. Sabemos que las asociaciones equitativas entre los departamentos de salud pública, los sistemas de salud y las organizaciones comunitarias pueden reducir las disparidades en la salud. Sabemos que los Trabajadores de Salud Comunitaria/Promotoras de Salud pueden mejorar los resultados de salud de las enfermedades crónicas para los miembros vulnerables de la comunidad. Tenemos los datos y los modelos.

Esta horrible pandemia demuestra la necesidad de una forma diferente de resolver los problemas. Hemos visto que ninguna institución tiene las respuestas, la capacidad y los recursos para sacarnos de esta pandemia. Abordar las disparidades sanitarias subyacentes durante y después de la COVID-19 requiere asociaciones entre organizaciones públicas, privadas y comunitarias. Los líderes comunitarios y los expertos en salud han visto que esas asociaciones funcionan cuando escuchan las voces de los más afectados.

El dolor de esta pandemia es nuestra oportunidad de cambios en Oregón. ¿Estaremos más preparados para nuestra próxima crisis de salud mundial? Las ahora obvias disparidades en nuestros sistemas deben ser abordadas. Y los valores bajo esos sistemas necesitan claridad. ¿Qué valores nos definirán? ¿A quién elegiremos para aplicar esos valores? Depende de todos los oregonianos decidir cómo debemos proceder después de esta pandemia. Depende de todos nosotros definir cómo será la "nueva normalidad". 

Izzy Meda Marie Dahlstrom Directora Ejecutiva Fundadora Familias en Acción Familias en Acción Portland, Oregon Rosemary Celaya-Alston Rebecca Huntley Escritora Fundadora Familias en Acción Familias en Acción